En la sociedad en la que vivimos se ha normalizado hablar y opinar de los cuerpos de los demás. Algunas de las frases más comunes son: “¡Que guapa te veo! ¿has perdido peso?”, “Oye, ¿puede que estés más flaquita?”, “Con esos kilos te ves mucho más bonita”, “¿Has cogido algo de peso o son cosas mías?”.
Si bien es cierto que muchas veces estos comentarios no se hacen con mala intención sino más bien porque queremos hacer un “cumplido”, te explico algunas de las razones por las cuales es mejor no hacerlo y que podrían estar detrás de cualquier cambio físico:
- La persona puede estar pasando por un momento difícil en su vida del que no tienes ni idea. Como por ejemplo: Bajo estado de ánimo, ansiedad, muerte de un ser querido, etc.
- Esa persona podría estar lidiando con un problema de alimentación y tu comentario podría reforzar o aumentar alguna de sus conductas problema.
- Su pérdida o ganancia de peso podría deberse a alguna enfermedad o problema físico del que no tienes ni idea.
- Esa persona podría estar lidiando con su imagen corporal y tu comentario podría reforzar y aumentar sus creencias de que si sube o baja de peso (según el caso) la hace más válida, aceptada y querida.
- Podría haber subido o bajado de peso por cualquiera que fuese su circunstancia actual y esa persona perfectamente lo sabe. No es necesario que se lo digamos o que se lo preguntemos.
Por estos motivos, es muy delicado opinar sobre el cuerpo de los demás aunque tengas todas las buenas intenciones: No sabemos qué hay detrás de lo que vemos ni sabemos si nuestra opinión es bienvenida. Así, es importante avanzar hacia una sociedad más concienciada sobre la costumbre de aludir de manera muy normalizada sobre el físico de otros, ya que esto podría ser dañino incluso sin que nadie se de cuenta.
Recuerda que siempre podemos hacer cumplidos refiriéndonos a muchísimas otras cualidades y forma de ser de las otras personas y que no tienen nada que ver con el físico.